ROSABETH, víctima de una tragedia. (1)

Un hecho curioso, inspirado en la vida real.

Estoy llegando a la casa, mientras más me acerco a la puerta, más espantoso se siente.  Todo oscuro, un silencio tenebroso, escucho pasos, se oyen voces, (y usted, mi querido lector(a) pudiese decir en este momento que estoy loca, un silencio tenebroso y luego escucho pasos y voces, pero en fin, primero estaba el silencio y luego lo otro) algo feroz está en mi baño. No puedo descifrar aquella silueta gris, estoy temblando, mientras más me acerco, más tiemblo. Grito: "¡Oh! ¡Dios mío! Nooo, aléjate. Era mi abuela, pronunciando ruidos extraños y espantosos por la incomodidad en su garganta, a oscuras porque no había electricidad.

Me dijo: Ven, siéntate, quiero contarte algo que sucedió en mi pueblo hace muchos años. Esta es la historia de Rosabeth.

Rosabeth, era hija de una señora muy trabajadora, de campo, una mujer fuerte y valiente llamada Miguelina. Miguelina era de hermoso semblante, ojos luminosos, piel blanca como la nieve, su guedeja tocaba el borde de sus posaderas, siempre con ese pelambre abundante y suelto. En su rostro se reflejaban unas montañas rosadas, que caían al borde de un gran huracán bermejo, el cual nunca cambiaba de color, siempre estaba encendido,  listo para devastar cualquier impedimento que se topara en el camino. ¿Y qué decir de ese torso? Esa vihuela andante la cual muchos querían hacer sonar al tocar con su alma, frotándola hasta el amanecer.

Continuará...